Motivación Acicork

 

El corcho es un producto forestal de gran importancia económica, ecológica y social para España, que ocupa el segundo puesto mundial, tanto en superficie de alcornocal como en producción de corcho. Es una materia prima renovable y sostenible, con propiedades inherentes únicas que la hacen adecuada para una amplia gama de aplicaciones.

El corcho no sólo se utiliza en el cierre de vinos, sino también en diferentes sectores, como la construcción, la industria del automóvil, la industria textil, la adsorción de contaminantes, etc. En estos sectores supone una alternativa a los materiales de origen fósil o a los materiales no renovables.

El uso del corcho contribuye a la conservación de los alcornocales, que cumplen una función ecológica fundamental al actuar como sumideros de carbono y proteger los suelos de la desertificación y la erosión. Además, los alcornocales contribuyen significativamente al desarrollo rural de las zonas donde se ubican, generando oportunidades de empleo.

La Unión Europea concentra el 77% de la superficie mundial de alcornocales y controla el 87% de la producción de materia prima. En España, estos valiosos sistemas forestales ocupan más de medio millón de hectáreas, representando el 27% de la superficie mundial de alcornocal y produjeron una media de 55.615 t anuales durante el periodo 2010-2020 con una tendencia ligeramente decreciente. Esta producción procede principalmente de Andalucía (60%), pero también de Extremadura (28%), Cataluña (8%) y de otras Comunidades Autónomas, principalmente Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana.

La persistencia de los alcornocales se ve amenazada por la escasa regeneración natural, el envejecimiento de los alcornocales, plagas y enfermedades, entre las que destaca La Seca, las malas prácticas selvícolas, la escasez de sacadores profesionales y experimentados y el incremento en la frecuencia y magnitud de los incendios forestales. A esto hay que sumar un escenario de cambio climático con aumento de las temperaturas y cambios en la distribución de las precipitaciones, que afectan directamente al crecimiento y mortalidad de los árboles, a la producción de corcho en cantidad y calidad, así como a la incidencia de enfermedades como La Seca y el riesgo de incendio.

La incidencia del cambio climático será más pronunciada en los alcornocales procedentes de los programas de forestación desarrollados en España durante el periodo 1993-2000 como parte del Programa de Desarrollo Rural de la UE, porque muchos de estos bosques se encuentran fuera de la distribución optima del alcornoque.

La selvicultura climáticamente inteligente (CSF por sus siglas en inglés) puede desempeñar un papel importante a la hora de mitigar esta situación vulnerable de los alcornocales. El CSF es un enfoque holístico sobre cómo los bosques y los sectores forestales pueden contribuir a la mitigación del cambio climático considerando la necesidad de adaptarse al cambio climático y al mismo tiempo teniendo en cuenta entornos regionales específicos. Esto significa que los bosques pueden contribuir a la mitigación del cambio climático yendo más allá de la solución simplista de conservarlos utilizándolos únicamente como sumideros de carbono.

La base del enfoque del CSF es el entendimiento de que, para mejorar efectivamente la mitigación climática, se deben hacer esfuerzos para encontrar sinergias y minimizar las compensaciones con los otros servicios ecosistémicos que brindan los bosques, como la biodiversidad, la producción de corcho o madera y el uso recreativo. De esta manera, sería posible hacer realidad no solo el Acuerdo Climático de París, sino también los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas recogidos en la Agenda 2030.

El CSF se basa en tres objetivos principales:

  • Reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a la atmósfera
  • Adaptar y desarrollar la resiliencia de los bosques al cambio climático
  • Aumentar de manera sostenible la productividad forestal y el bienestar económico sobre la base de la selvicultura.

La idea clave detrás del CSF es que considera toda la cadena de valor teniendo en cuenta entornos regionales específicos y centrándose en tres pilares principales:
adaptación, mitigación y dimensión social.

Para construir posibles vías climáticamente inteligentes adaptadas a las circunstancias de la cadena de valor del corcho, es necesario desarrollar y mejorar herramientas que ayuden a la toma de decisiones para la gestión sostenible de la cadena de valor del corcho, garantizando la producción de corcho de calidad, la capacidad de mitigación del cambio climático y la resiliencia de los alcornocales. Este proyecto tiene como objetivo satisfacer esta necesidad mediante un enfoque multi e interdisciplinario que integra la gestión y el seguimiento forestal, y la mejora de las reservas de carbono, la producción de corcho y la resiliencia a La Seca, teniendo en cuenta diferentes sistemas de producción y utilizando técnicas geoespaciales.

Share This