El corcho es un material biológico que soporta una cadena de valor integrada con un impacto económico, social y ecológico significativo en las regiones corcheras.
Se trata de una materia prima renovable y sostenible, con propiedades inherentes únicas que lo hacen adecuado para una amplia gama de aplicaciones. No solo se utiliza en el cierre de vinos, sino también en diferentes sectores donde es una alternativa a las materias primas de origen fósil y no renovables. España es el segundo mayor productor del mundo de corcho después de Portugal.
El uso del corcho contribuye a la conservación de los alcornocales (Quercus suber L.) que están muy bien adaptados a las regiones semiáridas donde previenen de la desertificación, dan lugar a otros beneficios ambientales y son un hábitat idóneo para muchas especies. Los alcornocales contribuyen significativamente al desarrollo rural de las zonas donde se ubican, generando oportunidades de empleo. Sin embargo, los alcornocales se ven amenazados por numerosos peligros, como la escasa regeneración natural, el envejecimiento y la Seca, que se ven agravados por el cambio climático. Para hacer frente a esta situación vulnerable, proponemos seguir el enfoque de la gestión forestal climáticamente inteligente (CSF, por sus siglas en inglés) que considera toda la cadena de valor y se centra en tres pilares:
Mitigación
Para reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero a la atmósfera
Adaptación
Para promover la resiliencia de los bosques
Dimensión social
Para aumentar de manera sostenible la productividad forestal y el bienestar económico
El objetivo principal del proyecto ACICORK es diseñar una estrategia de CSF adaptada a la cadena de valor del corcho mediante el desarrollo y la mejora de herramientas innovadoras para la gestión forestal de los alcornocales utilizando técnicas geoespaciales.